Así veíamos el amanecer desde el Balcón de Pilatos, Sierra de Urbasa, mientras el valle de Améscoa todabía descansaba.
La luna huía ante la inminente llegada de su padre el sol, que arribaba puntual como reloj suizo, para alumbrar Tierra Estella.
Música de Mattia_Vlad_Morleo_-_Passando